lunes, 16 de marzo de 2020

¡Dejemos que se aburran!

Sin intención de agobiar (más) a nadie: ¡esto no ha hecho más que empezar! 
Así que vamos a tomárnoslo con calma...


De momento se ha confirmado que los centros educativos permanecerán cerrados durante 15 días pero dada la situación actual, ya podemos anticipar que el cierre se alargará más días de los previstos en un principio.

Únicamente han pasado dos días desde que se decretó el estado de alarma y las redes sociales se han inundado de ideas y recursos para hacer en casa con los niños. La iniciativa me parece genial pero este bombardeo de actividades genera también un agobio en los padres, que creen que deben "entretener" a sus hijos durante todas estas horas que estamos encerrados en casa. 

Siempre nos quejamos de que nos falta tiempo, que en nuestro día a día seguimos unos horarios muy estrictos que no nos dejan tiempo libre para hacer cosas que realmente nos gustaría hacer. Pues bien, ahora que disponemos de ese tiempo libre, no sabemos qué hacer con él. Es curioso ¿verdad?. Estamos tan acostumbrados al ritmo frenético del día a día que cuando nos obligan a parar nos bloqueamos y entramos en una especie de pánico y miedo. ¿Y ahora qué vamos a hacer?. ¿Cómo lo vamos a hacer?. ¡Madre mía que estrés!


Image result for bored children n

He visto por las redes varios ejemplos de horarios para estos días de confinamiento y en la gran mayoría solo incluyen dos horas para jugar. ¿Cómo puede ser? Estoy de acuerdo en que estos días no son vacaciones y por lo tanto no deberían alterar algunas rutinas y hábitos pero no hace falta que todo el día vaya regulado por un horario cerrado. 

Aprovechemos estos días y disfrutemos de ellos. Escuchemos lo que tienen que decir. Respetemos sus opiniones e ideas. Y aún más importante: ¡dejemos que se aburran!. Del aburrimiento nacen ideas geniales porque cuando estamos aburridos nuestra creatividad e imaginación se ponen en marcha. 

No les atosiguemos con actividades que hemos visto en 'Pinterest' o en otras redes sociales y que parecen ideales. Porqué aunque seguramente sea una actividad estupenda y colorida, quizás ellos tienen en mente dibujar un dinosaurio, escribir un diario, construir un castillo con cojines o simplemente mirar al techo por un rato. Dejemos que sean ellos quienes nos digan qué quieren hacer. Ofrezcámosles nuestra ayuda y compañía y que sean ellos quien nos guíen a nosotros por una vez. 

El aburrimiento no solo fomenta su creatividad. También les enseña a tolerar la frustración, trabajar su paciencia y les obliga a dar solución a sus problemas. Aspectos fundamentales para controlar mejor sus emociones y desarrollar su personalidad.

Con esto no quiero decir qué debamos dejarlos hacer lo que quieran todo el día. Necesitan, como ya he dicho antes, unas rutinas y, por supuesto, unas reglas y límites. Además es genial que vean que también tenéis propuestas para jugar juntos o simplemente sentaros todos juntos y hablar en familia.  

Aprovechad este tiempo extra con ellos como si fuese un regalo. Observémosles y aprendamos un poco más de ellos. Tienen mucho que enseñarnos 😊




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Subscribe